La historia y desaparición del Instituto Navarro de las Artes Audiovisuales y Cinematografía

El Instituto Navarro de las Artes Audiovisuales y Cinematografía (INAAC) representa un capítulo clave pero efímero en la historia de las artes audiovisuales de España. La Fundación se centró en impulsar el sector audiovisual y cinematográfico en Navarra. Sus objetivos incluyeron: fomentar la colaboración entre agentes del sector, mejorar la competitividad, apoyar la presencia en eventos internacionales, promover Navarra como lugar de rodaje, facilitar el intercambio tecnológico y acuerdos de coproducción, gestionar ayudas, promocionar actividades cinematográficas y audiovisuales, y contribuir al desarrollo cultural y profesional del sector. Además, trabajó en la conservación y difusión del patrimonio audiovisual, buscó favorecer legislaciones beneficiosas, cooperó con diversas entidades y promovió proyectos para innovar y desarrollar las artes audiovisuales en la región. Fundado en el año 2009, el INAAC surgió como una entidad dedicada a fomentar y difundir la cultura audiovisual en la Comunidad Foral de Navarra. Su creación fue un hito para la propia comunidad, pues colocó a Navarra en el mapa cultural y cinematográfico del país.

 

Cometido del INAAC

 

La misión del INAAC era amplia y ambiciosa. Buscaba no solo promover la creación y producción audiovisual en Navarra, sino también servir como un puente entre los creadores navarros y la industria más amplia a nivel nacional e internacional. Durante su existencia, el Instituto se convirtió en un referente en el apoyo a la producción cinematográfica y audiovisual, otorgando subvenciones y asistencia técnica a proyectos de la propia comunidad

 

El INAAC también desempeñó un papel crucial en la formación y educación en el ámbito audiovisual. Organizó talleres, seminarios y cursos que permitieron a los artistas y técnicos navarros mejorar sus habilidades y conocimientos. Esta labor formativa fue fundamental para el desarrollo de una industria navarra sólida y competitiva.

 

A su vez, el Instituto jugó un papel importante en la promoción de Navarra como locación para filmaciones. A través de sus esfuerzos, la región ganó reconocimiento como un destino atractivo para producciones nacionales e internacionales, lo que contribuyó a la economía local y al turismo.

 

El principio del fin

 

Sin embargo, a pesar de sus logros, el INAAC enfrentó una serie de retos significativos. La financiación fue uno de los obstáculos más grandes. Como entidad dependiente de fondos públicos, el Instituto estaba sujeto a las fluctuaciones económicas y a los cambios en las prioridades políticas. La crisis económica que azotó a España a finales de la primera década del siglo XXI tuvo un impacto profundo en el presupuesto del INAAC. El dinero que se destinada cada vez era menor y debía acometer otro tipo de prioridades.

 

El declive económico llevó a recortes en la financiación de las artes y la cultura a nivel nacional, y el INAAC no fue la excepción. Los recortes presupuestarios restringieron su capacidad para otorgar subvenciones y apoyar proyectos, lo que a su vez afectó la producción audiovisual en Navarra de manera notable.

 

Otro factor que contribuyó a la desaparición del Instituto fue la reestructuración administrativa dentro del gobierno foral. En un intento por racionalizar los recursos y centralizar la gestión cultural, se tomó la decisión de disolver el INAAC y transferir sus funciones a otras entidades gubernamentales. Esta decisión fue controvertida y enfrentó la oposición de los profesionales del sector, quienes argumentaron que la desaparición del Instituto representaba una pérdida significativa para la cultura audiovisual de Navarra.

 

La disolución del INAAC en junio de 2014 no solo significó el fin de un organismo específico, sino también un cambio en la forma en que se gestionaba el apoyo a las artes audiovisuales en Navarra. La centralización de la gestión cultural en entidades más amplias llevó a preocupaciones sobre la falta de enfoque específico en el sector audiovisual.

 

La desaparición del Instituto Navarro de las Artes Audiovisuales marcó el fin de una era en la que Navarra había experimentado un notable desarrollo en el campo de las artes escénicas. Aunque el legado del INAAC perdura en las habilidades y en los conocimientos que impartió a los profesionales del sector, su ausencia deja un vacío en el panorama cultural de la propia comunidad.

 

Echando la vista atrás, el INAAC fue un ejemplo de cómo las iniciativas valientes pueden fomentar el crecimiento y desarrollo de una industria cultural en el ámbito de una comunidad. Sin embargo, también es un recordatorio de la vulnerabilidad de estas instituciones frente a los cambios económicos y políticos. La historia del INAAC subraya la importancia de una financiación estable y de políticas culturales a largo plazo para garantizar la sostenibilidad de proyectos y organismos dedicados a las artes.